El pasado año no fue todo lo boyante para la música independiente nacional como las expectativas hacían suponer. Pocas formaciones ofreciendo nuevas alternativas y las que están, aportando más de lo mismo, incluso aquellos grupos que conseguían, aunque con dificultad, ver editados sus trabajos se ven abocados a la autoedición. Es el caso del cuarteto gallego Cosecha Roja. Tras un paréntesis de dos años, la formación liderada por Carlos Rego vuelve a la actividad discográfica, un nuevo peldaño en una carrera apoyada por un público agradecido pero minoritario ante la escasez promocional, marcado estilísticamente por una personal visión de un pop visceral que ahora se reivindica como power pop.

"A plena sombra" hace el cuarto en los álbumes de Cosecha Roja, después de pasar por discográficas como Gal&Cía, Maybe Tomorrow o Sonic Recordings, autofinanciado en una edición limitada de 300 ejemplares para su círculo de seguidores. Pese al tono nostálgico y agridulce que desprende la cotidiana temática de los doce temas de esta entrega, musicalmente en común tienen un esqueleto de elegante pop rock con un matizado tratamiento vocal y una sección rítmica dinámica, donde el eléctro-acústico entramado guitarrero perfila con finura cada uno de los detalles. Se agradece la inclusión de nuevos ornamentos sonoros: sección de metales perfectamente engrasada para el tema "Como a la nube", percusiones variadas y marimba apreciables en "Seis días" o un mayor predominio de teclados que proporcionan ese aire clásico al estilo estadounidense. Aunque en la producción general echo en falta algo más de tensión y nervio, es un grupo que se muestra tal como es, buscando la complicidad en un puñado de canciones con títulos como "Nada que mirar", "Zulo", "Despedida", "Tendrías que habernos visto" o "Alicia G", reflejo de un sincero tesón y de la huida de poses artificiosas.

En activo desde finales de los ochenta, Cosecha Roja tienen en contra su anti-look y su aferramiento a esquemas ya explorados y clásicos, pero a su favor juega lo más importante, un puñado de excelentes canciones forjadas en las sensaciones a flor de piel que la madurez conlleva; con bastantes menos argumentos, bastantes formaciones actuales acaparan más expectación, es así de injusto. Por poner un ejemplo te puedo decir que están entre José Ignacio Lapido, La Habitación Roja y los reactivados La Granja. Juan A. Mateo, "Diario Sur" (Málaga)-2001